Los suplementos de soja pueden ser un riesgo para la salud: Alemán Consumer Watchdog

RSSL – Decemeber 6, 2007 – El Instituto Federal de Evaluación de Riesgos (BfR), Alemania, ha realizado una evaluación sobre la salud del consumo de suplementos de isoflavonas.
BfR encontró que hay una falta de pruebas para confirmar la seguridad de estos suplementos, sin embargo, hay cierta evidencia que sugiere que puede haber riesgos para la salud.
Estudios a largo plazo de estos extractos son necesarios para evaluar las consecuencias para la salud.

Las isoflavonas son fitoestrógenos que pueden tener efectos hormonales (estrógeno) en el cuerpo.
Las isoflavonas se encuentran principalmente en las semillas de soja (Glycine max hispida) y trébol rojo (Trifloium pratense).
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Las isoflavonas pueden ser ingeridas naturalmente de los alimentos o aisladas en forma de complementos alimenticios.
Uno de los principales grupos que son objetivo de la comercialización de isoflavonas son mujeres post-menopáusicas.
Con frecuencia se afirma que estos suplementos pueden aliviar los síntomas de la menopausia, ofreciendo una alternativa a la terapia de reemplazo hormonal.
Otras ventajas que se atribuyen a estos suplementos son prevención de problemas del corazón, de los huesos y de la salud del seno.
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BfR llevó a cabo una evaluación sobre la salud del consumo de suplementos de isoflavonas.
Esto incluyó la evaluación de los estudios científicos publicados hasta la fecha.
Los efectos secundarios incluyeron: picor, eccema, náuseas, mareos, dolor abdominal, erupción cutánea y sudoración.
Los informes contradictorios y la falta de estudios a largo plazo sobre el consumo de isoflavonas hicieron el tema difícil de evaluar.
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BfR encontró que tanto los efectos positivos de los suplementos de isoflavonas así como las quejas sobre su consumo no han sido suficientemente fundamentadas.

Informaron que los efectos adversos no son uniformes y que podrían ser causados por reacciones alérgicas a las proteínas de soja, o tal vez ser los propios síntomas de la menopausia.

Cuando se administra a dosis altas en forma aislada o a través de fortificados, las isoflavonas ponen en peligro el funcionamiento de la glándula tiroides y puede modificar el tejido de la glándula mamaria.

El equipo llegó a la conclusión de que no se puede descartar que el estrógeno como los efectos de las isoflavonas podrían promover el desarrollo de cáncer de mama.

Los necesarios estudios a largo plazo que pudieran demostrar la seguridad de los productos que contengan isoflavonas no se han realizado.

Tampoco es posible en la actualidad establecer de forma fiable una dosis que pudiera ser considerada segura.

Cabe señalar que las mujeres postmenopáusicas tienen mayor riesgo de cáncer de mama.

El informe completo (23 páginas) está disponible en el sitio web de la NAC.

http://www.soyonlineservice.co.nz/04menopause.htm

François Boucher

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